" En realidad, este libro habría que regalárselo a los que acaban de ser padres, pero también es bueno leerselo a los niños o que ellos mismos lo hagan, porque encierra muy buenos deseos para los recién nacidos, hecho poesía... Un texto cálido, envolvente, gratificante, positivo, alegre, ideal para leer antes de apagar la luz y dejarse caer en los brazos de Morfeo" (CLIJ, Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil).